Hace tres días, el domingo, vi la
película de Antichrist de von Trier,
con esa terminé todas las de la trilogía de la depresión.
La primera película del director
que vi fue Dogville, de la cual no
supe que pensar por mucho tiempo, o más bien pensé mucho en ella. Eso fue hace
muchos años, quizás unos 10. Aquí claramente lo que salta a la vista es el escenario teatral.
Fue hasta éste año que volví a
ver algo de von Trier, y eso fue Dancer
in the Dark, que igualmente fue algo que sale de los parámetros
establecidos como Dogville y se
desarrolla en un ambiente por así decir algo oscuro y a la vez crudo. La música tiene un papel importante, y que
sirve a Selma (Björk) para desconectarse de la realidad. Al final Selma es un
personaje por así decir incorrupto, que a pesar de verse en la necesidad de
hacer muchas cosas por conseguir su meta, es capaz del sacrificio.
¿Entonces cómo es que terminé
viendo la trilogía de la depresión? Mi hermana me había recomendado NO ver
nunca Antichrist ya que ella se había
traumado demasiado por las escenas fuertes. Posteriormente ella vio Nymphomaniac vol. I y luego Nymphomaniac vol. II que me recomendó
ampliamente, hasta compró los DVDs, junto con el de Antichrist. A mí la que siempre se me antojó ver fue Melancholia pero por una cosa o por otra
la dejaba para después.
Una tarde hace un par de semanas
me senté a ver completa Nymphomaniac,
los dos volúmenes, y me sorprendió bastante. Fue la primera de la trilogía que
vi. La actuación de Shia LaBoeuf es increíble,
y aunque Charlotte Gainsbourg no es de mis favoritas también supo llevar bien
el papel. Jo (Gainsbourg) es una mujer que narra su historia para intentar
probar que es una mala persona, ya que esa es la impresión que tiene de si
misma. En el momento que al fin consigue estar con la persona que quiere,
pierde su capacidad de sentir, es decir de tener un orgasmo, y busca recuperarlo
a como dé lugar. Pasamos por escenas de sexo explícito, masoquismo y muchas
otras cosas. Pero la escena más fuerte, y debo admitir que quite los ojos de la
pantalla un momento, fue la del aborto. Por otro lado me gustó mucho la escena
donde encuentra el árbol que la representa, y sobre todo los diálogos que
sostiene con Stellan Skarsgård. En los personajes se pueden ver muchos tintes y
posturas.
Después vi Melancholia, que tiene escenas hermosas sobre todo las del planeta acercándose.
No me decepcionó y quiero volver a verla. Aquí esta Justine, representada por
Kristen Dunst que sufre una profunda depresión, la cual le impide avanzar en la
vida. Justine cree firmemente que estamos solos en el universo y que merecemos
extinguirnos como especie. Por otro lado nuevamente Charlotte Gainsbourg, como
Claire la hermana de Justine, que tiene que luchar con ella, o más que luchar,
cargar con ella. Claire se tiene que enfrentar también a su esposo, que era en
quien depositaba su confianza… y que termina defraudándola. Al final es
inminente la llegada de Melancolía.
Por último, Antichrist. Debido a todas las advertencias de mi hermana yo estaba
esperando escenas muy impactantes, pero no me causaron ese efecto. Creo que
después de las escenas de Nymphomaniac
estaba preparada para todo. El personaje de Charlote Gainsbourg aquí pasa por
diferentes etapas, desde ansiedad y ataques de pánico hasta arranques
psicóticos donde termina lastimando a sus seres queridos, y a sí misma. Esto último
sucede cuando decide cortarse el clítoris, ya que el sentir era a su vez una
forma de olvidarse de la muerte de su hijo y de recordarlo, sintiendo
culpabilidad. Ese gesto puede ser un paralelismo al momento en que Jo deja de
sentir en Nymphomaniac; así como la
escena en que el niño salta por la ventana se repite en ambas películas, en una
llegando a suceder y en otra siendo salvado. En ésta película tenemos elementos
simbólicos fantásticos, representados con animales, y el bosque en sí.
De la que más me gustó a la que
menos de la trilogía fue en ese orden en que las vi.
En todas las que he visto nos
encontramos con personajes femeninos que básicamente tienen que enfrentarse a
la vida con sus injusticias y a sus propias limitaciones.
Creo que las películas de von
Trier no pueden verse a la ligera, tampoco son para todos. Sin embargo, los
temas que tocan tanto en los diálogos como en las actuaciones pueden ser desde
muy sutiles hasta bastante evidentes, y vaya que toca una variedad de temas.
Así que más que desanimarme a ver más películas del él, es lo contrario.
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